Riesgo y adrenalina, así es la vida de la primera mujer técnica de explosivos
¿Cuánto tiempo lleva en la FAE y cómo comenzó su historia aquí?
Mi padre y hermano siguieron la carrera militar, ellos comparten esa misma vocación. Yo crecí en un hogar con bases militares pero siempre estuvo en mí el deseo de ayudar a la gente. Si existía alguna situación externa de mi círculo familiar, me gustaba apoyar, liderar y en el colegio (militar) reforcé esos valores. Cuando me gradué no pude ingresar inmediatamente a la Fuerza Aérea, sin embargo luché hasta conseguir mi objetivo y convertirme en militar.
¿Qué le motiva a diario?
Me gusta mucho el acondicionamiento físico, la preparación deportiva y sobre todo la defensa del país. Ser militar es mi pasión, mi vocación.
La Fuerza Aérea me ha permitido aprender todo lo que sé sobre el mundo armamentístico, gatillamiento de misiles en aviones, agentes químicos, entre muchos otros. Gracias a la Fuerza Aérea aprendo cada día más acerca del sistema técnico del funcionamiento del armamento militar y esos conocimientos me permiten desarrollar mi trabajo de forma profesional y segura.
¿Cuál ha sido el reto más grande al que se ha enfrentado en su carrera militar?
Como primera y única mujer técnico de explosivos o también llamada técnico ODE – Explosive Ordnance Disposal (eliminación de artefactos explosivos por sus siglas en inglés) uno de los retos ha sido labrar un camino en mi especialidad, que lo he logrado con profesionalismo y esfuerzo.
Del lado operativo podría decir que cada misión implica un riesgo porque manejamos armas y sustancias peligrosas. Para estos ejercicios se necesita mucho temple y conocimiento, ya que se trabaja con un equipo y ellos deben respaldarte y tener confianza mutua. En cada misión todos estamos conscientes del riesgo que implica, por lo que nos mantenemos coordinados y enfocados.
¿Qué se necesita para pertenecer a la especialidad de armamento aéreo?
El trabajo en equipo es primordial aquí, ya que funcionas como un solo ser. Para realizar, por ejemplo, un artillamiento o cualquier otra actividad, necesitas tener sincronización y coordinación en cada paso. La acción puede venir de una persona pero los afectados pueden ser todos -todo el equipo-. Para esta especialidad necesitas ser una persona temeraria, tener autoconfianza, temple y valor.
¿Cuál es el curso que más captó su interés o le permitió explorar más su carrera?
El curso que más me ha ayudado en mi carrera y me impactó es el de EOD y el de armamento aéreo, antiaéreo y terrestre, ya que me permitió conocer de primera mano los tipos de armamento, armas químicas, municiones y explosivos; conocer su activación y desactivación, formas de aplacar su daño, etc., ya que en las manos equivocadas podría usarse en actividades ilícitas o ilegales.
¿Cuál es su visión a futuro en la Fuerza Aérea Ecuatoriana?
Perfeccionar mis conocimientos sobre el armamento militar y a través de mi Fuerza Aérea, poder emplearme profesionalmente en mi país y quién sabe, también en el mundo. Me gustaría convertirme en instructora de mi especialidad, para mejorar la utilización de artefactos explosivos y enseñar a las generaciones que vienen; además quiero ser un ejemplo y un ícono para la mujer. Quisiera ser un agente positivo en mi institución.
Envíe un mensaje a las futuras generaciones de jóvenes que quieren pertenecer a la Fuerza Aérea Ecuatoriana
No dejen de soñar, adquieran las herramientas necesarias para cumplir esos sueños, las bases comienzan desde el hogar, el colegio; toda nuestra vida debemos mantenernos en constante aprendizaje. Trabajen su espíritu, su mente y su cuerpo, pero sobre todo nunca pierdan su norte, enfóquense y si su convicción es ser militar deben conocer la misión que cumplen las Fuerzas Armadas para que cuando ingresen se conviertan en líderes visionarios y soldados entregados a su Patria.
