Fuerza Aérea Ecuatoriana

Los Aviadores Militares en los Centro Penitenciarios

En este año, una nueva página en la historia nacional se va escribiendo con diferentes matices. Producto de anteriores estados de excepción, no sorprendía la presencia del personal de las Fuerzas Armadas del Ecuador en las calles y en ciertos períodos, en los centros penitenciarios.

Para finales del año 2023, autoridades de Estado anunciaron la conformación de un Bloque de Seguridad como estrategia para combatir los niveles de violencia que iban en aumento, que lo integrarían militares y policías.

Iniciado el 2024, continuaban una serie de situaciones que llegaron a comprometer, no solo la seguridad del sistema carcelario, sino que también generó zozobra en la población, al escalar diariamente, la grave crisis de inseguridad. Pero es a raíz del atentado que se cometiera contra un canal de televisión de señal abierta, cuando se establece –mediante decreto ejecutivo- reconocer un Conflicto Armado Interno en el país, que permitía que el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (COSEPE), con base en los informes técnicos pueda actualizar un listado de los grupos de delincuencia organizada ya identificados y disponía la movilización e intervención de las FF.AA. y Policía Nacional en el todo el territorio.

De esta manera, se iniciaban las operaciones militares con el personal de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en los diferentes puntos de despliegue dispuestos, brindando también seguridad en los principales aeropuertos del país, a fin de precautelar la seguridad de los usuarios que utilizan las terminales aéreas.

Entre las diferentes operaciones que cumplen los aviadores militares están las misiones de reconocimiento aéreo e inhabilitación de amplias zonas despejadas que podrían ser utilizadas para vuelos ilícitos (pistas clandestinas). También están los Controles de Armamento, Municiones y Explosivos (Camex) que se realizan con patrullajes fijos y móviles, logrando buenos resultados hasta el momento.

Bajo la declaratoria de Conflicto Armado Interno, una de las misiones que mantiene la Fuerza Aérea Ecuatoriana junto al personal del Ejército y la Armada, es el control de los centros penitenciaros, por ser puntos críticos desde los cuales –se entiende- los grupos terroristas operan. Transcurrido el primer semestre de 2024 y con la presencia del personal de las Fuerzas Armadas en el control del sistema carcelario, se evidencia: seguridad, disciplina, respeto de los derechos humanos y organización.

Precisamente, en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, se encuentra el Centro de Rehabilitación Social Bellavista, una de las cárceles que mantienen custodia militar. Previo a la designación del contingente de uniformados a este lugar, les es impartido un reentrenamiento en lo que se refiere al uso progresivo y legítimo de la fuerza, manejo de armas, movimientos tácticos y derechos humanos; en algunas de estas capacitaciones han participado representantes del Consejo de la Judicatura y Procuraduría General del Estado.

Aquí se encuentra un contingente de militares -mayoritariamente de la Fuerza Aérea Ecuatoriana- quienes custodian este centro penitenciario, convirtiéndose en garantes de los derechos humanos; cumpliendo también los principios del respeto a las personas privadas de libertad (PPL), acceso a la salud preventiva, curativa y de rehabilitación; derecho a la alimentación, acceso al agua, entre otros.

 En la actualidad este centro carcelario mantiene un régimen especial en su día a día, “Las Fuerzas Armadas del Ecuador y su Fuerza Aérea, permanecemos al interior de los centros de rehabilitación social, en donde impartimos los valores militares y valores morales para mejorar la condición mental y física, mediante el ejercicio, con entrenamiento, instrucción y actividades deportivas”, así lo comenta el oficial militar a cargo: “Otras actividades en las que las Fuerzas Armadas colaboran e impulsan en los centros de rehabilitación social es el mantenimiento de la salubridad al interior de las mismas, lo que permite a los PPL tener mejores condiciones de salud, mejorar el ambiente en el que se encuentran cumpliendo su proceso de rehabilitación” agrega.

El tiempo transcurre mientras se cumplen otras actividades, en donde las personas privadas de libertad realizan servicios generales de higiene de espacios comunes, manualidades y mantenimiento de este centro penitenciario.

“Todos estamos agradecidos con las Fuerzas Armadas porque nos enseñan disciplina y generación de cambio en nuestras vidas. Ahora valoramos a nuestras familias, a corregir lo malo que hemos hecho… Gracias a la disciplina y al desempeño de ellos, porque de igual manera, ellos también arriesgan su vida al estar aquí, porque hay mucha gente mala y ellos (los militares) dejan su familia, todo por nosotros, para cuidarnos a nosotros” comenta un PPL, vestido con un atuendo color naranja, que quiso darnos su testimonio ante la presencia militar en el Centro de Rehabilitación Social Bellavista de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Los cambios son evidentes y se siente la aceptación que tiene el personal de Fuerzas Armadas en este lugar. Mientras recorremos las instalaciones, se escucha una voz de mando que dispone paralizar todas las actividades, a los PPL se los forma para avivar un credo:

“No mentir, no robar, no matar, no extorsionar, ser productivo para la sociedad. PPL Ecuador”

Esta arenga termina con el Himno Nacional del Ecuador que, a viva voz de los PPL entonándolo, retumba las paredes de este centro penitenciario, mientras un cosquilleo en la piel nos hace sentir ese fervor cívico de ser ecuatoriano, de pertenecer a un país que lo tiene todo para vivir.

Con firmeza y contundencia, las Fuerzas Armadas continuamos trabajando de manera profesional para restablecer y mantener la paz en el país.

Estamos contigo Ecuador.

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