Fuerza Aérea Ecuatoriana

El poder y la valentía de la mujer infante

Son las 05h00 de la mañana  en la ciudad de Guayaquil y en las instalaciones de la Base Aérea Simón Bolívar se escucha el sonido de un despertador que invita el inicio de una nueva jornada laboral. En una de las habitaciones junto a la cama se encuentran un par de botas impecables, que brillan al contacto con la luz que ingresa por su ventana. Una silueta femenina se pone de pie y se coloca un uniforme pixelado, camiseta y un cinturón militar, luego se coloca su chaqueta y cierra los botones, se acerca al espejo y peina su cabello con un moño prolijo, cepilla sus dientes, lava su cara, con una toalla seca el exceso de agua y finalmente se coloca un jockey sobre su cabeza. Está lista para acudir a sus labores diarias, ella es la cabo primero Tatiana Huilca.

La Fuerza Aérea Ecuatoriana cuenta hasta el momento con 943 mujeres de las cuales 34 son infantes aéreos. El personal de esta especialidad es el encargado de brindar seguridad a las bases aéreas y también se emplean en diversas operaciones de Control de armas, municiones y explosivos CAMEX, operaciones en frontera norte, entre otros.

“La motivación que llevo es demostrarme a mí misma y a la sociedad, que como mujer se puede alcanzar el éxito de múltiples formas; tener el orgullo de vestir un uniforme pixelado, tener una vida llena de emociones, experiencias inolvidables, fijarme nuevos retos y vencerlos, pero sobre todo el poder cumplir mi sueño de servir a la Patria.”
De esta manera, la cabo Huilca define lo que siente al pertenecer a la Fuerza Aérea Ecuatoriana y lo que para ella representa, el privilegio, de ser una dama del aire. Ella afirma que la especialidad de Infantería Aérea impactó totalmente en su vida, porque le formó el carácter y cambió positivamente su forma de pensar, enseñándole a ver la realidad de su entorno y valorar cada detalle.”

Su carrera militar inició en la Escuela de Infantería Aérea, en donde se alineó a los principios y valores de las damas y caballeros del aire. Sus cualidades de ser  intrépida y valiente le impulsaron a convertirse en infante aéreo, especialidad que conllevaba a realizar cursos con elevado nivel técnico dentro de su profesión. Cabe mencionar que en algunos de ellos, la cabo Huilca fue pionera en su participación, por ejemplo
el de paracaidismo lo realizó como la primera aerotécnico mujer de esta especialidad de la FAE, para aprobar en este curso realizó 5 saltos de   banda en la Base Aérea de Taura. Entre sonrisas ella comenta que …“En mi primera prueba sentí nervios y miedo a la altura; sin embargo, mi convicción fue más fuerte y al dar ese paso al vacío, a más de 1.800 pies de altura del avión C-130, finalicé con éxito”. En la actualidad ella es la mujer aerotécnico con más saltos de paracaidismo dentro de la institución, contando con alrededor de 35 saltos.
Por otro lado su especialidad le ha permitido también tomar el curso de selva, que tiene una duración de cinco semanas en el cual refuerzan los conocimientos, técnicas y habilidades de sobrevivencia en el ambiente selvático, navegación terrestre y fluvial, polígono de tiro, entre otras actividades. De igual forma en este curso ella fue parte de la primera promoción femenina que recibió esta capacitación.
Su profesionalismo y disciplina le han permitido convertirse en instructora técnico militar, cargo que ocupa en la actualidad. Luego de finalizar su pase orgánico en la Base Aérea Lago Agrio, fue asignada para desempeñarse como instructora en la Escuela Técnica de la Fuerza Aérea en la ciudad de Latacunga.

Si bien se ha formado a nivel institucional en varios cursos, la cabo Huilca ha buscado expandir sus horizontes profesionales; para ello, se graduó con éxito en el curso de guía de canes, convirtiéndose nuevamente en la única mujer de tropa con este título a nivel de las Fuerzas Armadas.
El primer curso de “Guías de canes en protección y ataque controlado” lo realizó con su ejemplar Brandon, un pastor alemán de dos años y medio de edad. Esta instrucción demanda mucha actividad física, paciencia, repetición y perseverancia con el ejemplar, ya que son ellos los que determinan el puntaje logrado en las pruebas que rinden sus guías.
…“A mí siempre me gustaron los perros, pero es muy distinto el gusto a ser guía de canes”. Parte fundamental de este curso también radica en aprender a identificar sus conductas de acuerdo a su comportamiento, a cuidar de su salud, medicarlos, mantener limpios sus espacios, brindarles todo tu amor y protección.
“Para mí, Brandon es como mi hijo, lo adoro. Este ejemplar fue unos de los mejores canes del curso y actualmente opera junto a la Escuadrilla Canina del Centro de Operaciones Sectorial Nro. 1, lugar donde se quedan los mejores canes”. Brandon realiza ejercicios de obediencia avanzada, a corta y larga distancia, además domina ejercicios de ataque y protección a través de comandos de voz, es capaz de persuadir o atacar al enemigo.

Este tipo de cursos lo puede realizar únicamente el personal militar de la especialidad de Infantería Aérea, debido al tipo de operaciones en las que se participa y que requieren de conocimientos técnicos en aspectos como supervivencia, defensa antiaérea, fuerza de reacción, vigilancia en frontera y más.
La cabo Huilca es un ejemplo de dedicación y perseverancia, valores que ha podido reforzar gracias a la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Su objetivo es servir al país con total profesionalismo; asimismo, convertirse en una inspiración para las futuras generaciones de mujeres que quieran unirse a la institución, porque cada reto superado vale la pena al momento de lucir con orgullo la boina azul y las insignias de los diferentes cursos, pero sobre todo cuando se trata de emplearse en operaciones que van en beneficio del Ecuador.

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