Fuerza Aérea Ecuatoriana

Una escuadrilla acrobática de la FAE que conquistó a los ecuatorianos

El 25 de julio de 1967 es la fecha en la que públicamente, el Grupo Acrobático bautizado como “Águilas” hacía su debut oficial en las fiestas de la Perla del Pacífico, en presencia de las máximas autoridades del gobierno de aquel entonces, autoridades locales, civiles y militares, y la ciudadanía de Guayaquil. Fue tal la presentación de este grupo acrobático que logró despertar el interés, simpatía y aceptación de toda la urbe porteña, el pueblo había presenciado una exhibición de disciplina, entrenamiento y profesionalismo de los pilotos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Para el 05 de diciembre del mismo año realizaron una nueva presentación, esta vez, en la capital de la República, que concentró a la población quiteña y otras autoridades para admirar un espectáculo jamás antes visto en la ciudad; producto de estas demostraciones de experticia, el presidente Otto Arosemena Gómez decidió otorgarles la condecoración “Cóndor de los Andes en el grado de Caballero” por haberse distinguido en servicios relevantes que contribuyeron al engrandecimiento de nuestra institución y de las Fuerzas Armadas del Ecuador.
Llegar a ese nivel de exigencia propio para realizar acrobacias aéreas mereció un largo recorrido de acontecimientos y preparación que propiciaron, posteriormente, la creación de este grupo con intrépidos aviadores militares ecuatorianos. Corría el año 1966 cuando en el Ala de Combate Nro. 21 Taura se planteaba la idea de restablecer el Escuadrón 2111 con los repotenciados equipos de vuelo Gloster Meteor FR.9 con los que la FAE ingresó a la era del jet en 1955, a los que se sumaría un gran equipo humano de pilotos y técnicos de mantenimiento cuyo nivel de capacitación y experiencia en sus áreas hacía de ellos, el elemento esencial para gestar la idea de un grupo acrobático en la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
Sobra mencionar las excelentes hojas de vida y calificaciones de los oficiales pilotos que se juntaron para llevar adelante esta acción y que, luego de muchas semanas de instrucción y cientos de horas de vuelo lograron habituarse con los aviones Meteor que se prestaban para esta actividad realizando prácticas de combate, formación, maniobras en secuencia, vuelos a baja altura y toda clase de acrobacias, guardando siempre, las seguridades operacionales. A este selecto grupo se sumó un integrante más con la responsabilidad de realizar acrobacias en solitario para complementar el show.

Son estos pasajes de la historia los que nos recuerdan momentos de gloria, etapas llenas de méritos y reconocimientos al temple y gallardía de los caballeros del aire que  demostraron su firme compromiso por llevar al Ecuador por todo lo alto.

Referencia bibliográfica: Libro “Fuerza Aérea Ecuatoriana,Historia ilustrada”, primera edición, Quito – 1999; pág. 97-99.

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