La historia de este instituto académico de perfeccionamiento de oficiales, tiene sus inicios en 1961 con la creación de la Academia Aérea, instituto precursor en la enseñanza académica, situación que fue impulsada, debido a que en ese año la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas fue modificada, disponiendo que los oficiales a partir de esa fecha debían realizar cursos de promoción para poder ascender a su inmediato grado.

Por esta razón, el general Víctor Suarez, comandante general de la Fuerza Aérea Ecuatoriana impulsó este proceso y designó al teniente coronel Luis Ortega Jaramillo como el primer director de este instituto, quien fue el diseñador del escudo con el lema “El conocimiento es el poder”. Es así que en octubre de ese año se inauguró la Academia Aérea, con el objetivo de capacitar a los oficiales de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, para comandar, dirigir, asesorar y participar como entes activos en sus diferentes jerarquías y especialidades y liderar a la institución hacia un futuro de progreso y desarrollo.

Desde ese entonces la Academia Aérea, creció considerablemente dictándose múltiples cursos, como el de Comando de Escuadrón para Oficiales Capitanes, Promoción para Tenientes a Capitanes, Capitanes de nave de aviones DC-6 y C-47, Navegantes y bombarderos de aviones Camberra, Auxiliares de vuelo, Policías aéreos, entre otros.

Así transcurrió la vida institucional de la Academia Aérea, hasta que una década después, al concretarse las gestiones realizadas por el mando de la Fuerza Aérea a través del Ministerio de Defensa Nacional, el Doctor José María Velasco Ibarra, Presidente de la República, mediante decreto ejecutivo Nro. 1544 del 18 de octubre de 1971, dispuso esta fecha como creación de este establecimiento, así como también su nombre oficial, Academia de Guerra Aérea, con la firme creencia de que el éxito de las instituciones y de los estados, no se mide solo por su extensión y su economía, sino por la educación y preparación de su personal en el aspecto profesional, tecnológico y humanístico.

En este sentido, la Academia de Guerra Aérea ha formulado el programa de estudio que abarca contenidos imprescindibles de cultura general, ciencias sociales, económicas y militares, desde hace más de 50 años, los que coadyuvan a alcanzar el perfil requerido en cada uno de los cursos.

Con los grandes cambios que se ha marcado en el siglo XXI, indudablemente se han producido por el desarrollo de la tecnología, con todas sus bondades y facilidades que de una u otra forma han cambiado y mejorado métodos de enseñanza, para satisfacer varias necesidades y requerimientos académicos de la Academia de Guerra Aérea.

Por consiguiente, la Comandancia General de la Fuerza Aérea Ecuatoriana brindó todo el apoyo necesario y dispuso a través del Comando de Educación y Doctrina Militar Aeroespacial, se realicen los trámites legales, presupuestarios y administrativos con la finalidad de concretar y ejecutar con la universidad de Fuerzas Armadas ESPE, el programa de “Maestría en Seguridad y Defensa”, que tiene como objetivo principal perfeccionar a los oficiales del curso de estado mayor, para que puedan obtener un título de cuarto nivel, ligado al empleo del poder aeroespacial en operaciones militares en el ámbito de la defensa y seguridad nacional.

Por otro lado, la Academia de Guerra Aérea también se encarga de realizar los “Juegos de Guerra” que son ejercicios tácticos, operativos y estratégicos, en los cuales se plantean problemas de carácter militar, en los que oficiales alumnos presentan las posibles soluciones con base en el estudio y análisis de los diversos factores relacionados con situaciones específicas.

Afirmando su lema “Conocimiento es el Poder”, este instituto seguirá perfeccionando al personal de oficiales de conformidad con las demandas actuales del empleo del poder aeroespacial, así como también, proyectando a las generaciones que transiten por este instituto de perfeccionamiento, a convertirse en futuros comandantes y líderes con las competencias necesarias para dirigir los destinos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.