En una emotiva ceremonia, la Escuela Técnica de la Fuerza Aérea Ecuatoriana recibió a la Trigésima Quinta promoción de técnicos, quienes con motivo de celebrar veinte y cinco años de servicio en la Institución realizaron el develamiento de una placa conmemorativa. Este evento reunió a personal militar en servicio activo y pasivo, quienes resaltaron la importancia de esta institución en la formación del personal de aerotécnicos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
La ceremonia, llevada a cabo en las instalaciones de la ETFA en Latacunga, incluyó discursos de orden que recordaron el impacto de su formación en sus carreras y la importancia de la preparación técnica en las Fuerza Aérea Ecuatoriana. La placa conmemorativa, colocada en el edificio académico, simboliza el agradecimiento de los caballeros del aire a la excelencia y disciplina impartida en la Escuela Técnica de la Fuerza Aérea.
El teniente coronel Germán Veintimilla, director de la Escuela Técnica, expresó su satisfacción y orgullo por el legado que continúa dejando cada promoción de técnicos. “Cada una de nuestras promociones representa la dedicación de nuestros instructores y la disciplina de nuestros estudiantes. La formación que reciben en esta escuela los prepara para enfrentar los desafíos en las áreas de mantenimiento, operación y seguridad de las aeronaves y equipos militares”, señaló.
Además de rendir homenaje al pasado, el evento sirvió para subrayar la relevancia de la formación técnica en el contexto actual, donde el conocimiento y el manejo adecuado de tecnología avanzada son cruciales para garantizar la operatividad y seguridad de las operaciones aéreas. La presencia del personal en servicio pasivo aportó un sentido de continuidad y camaradería, reafirmando los lazos de quienes han pasado por las aulas de esta prestigiosa escuela de formación.
La celebración de los veinte y cinco años de servicio de la trigésima quinta promoción y la colocación de la placa conmemorativa simbolizan el compromiso continuo de la institución con la capacitación de calidad y el servicio al país.
Este evento no solo marcó un momento de orgullo y reflexión, sino que también fortaleció el espíritu de cuerpo y unidad entre las diferentes generaciones de técnicos que han sido formados en esta institución, quienes seguirán contribuyendo al fortalecimiento de la Institución.