Fuerza Aérea Ecuatoriana

Mujeres de paz o de guerra

Todo en este mundo evoluciona, los tiempos cambian y, sin duda, la inclusión de la mujer en distintas áreas no es la excepción. A través de los años se ha evidenciado que su presencia hace –entre otras características– que los tiempos de cumplimiento de acciones mejoren, su disciplina y su temple demuestran lo decididas que están a cumplir los objetivos que se plantean.

Siendo más concretos en lo que respecta a la presencia del personal femenino en las Fuerzas Armadas del Ecuador, son varios los textos que relatan la historia de estas mujeres en la institución armada que, por el hecho mismo de ingresar y ser parte de un conglomerado y un ambiente destinados hasta hace pocos años para los varones, ya merecen el calificativo de guerreras.

Estas mujeres se destacan en diferentes ámbitos dentro de la milicia, ya sea como parte de la oficialidad o como personal de tropa –cada una– aportando con sus conocimientos, con su experiencia, con sus habilidades y aptitudes pero sobre todo, con su don de gente para cumplir con la misión institucional de proteger y salvaguardar la soberanía del Ecuador y los objetivos impuestos, en aras del desarrollo de nuestro pueblo.

Sí, son mujeres de paz porque ellas son el motor fundamental en la sociedad, y es que, hasta la Tierra y la Naturaleza tienen su nombre en femenino, razones de sobra para saber la fuerza que llevan dentro; además, nacemos de una mujer y, de hecho, no hay ser humano que no haya conocido a una mujer en su vida. Son mujeres de paz y también de luz porque ellas nos iluminan con su presencia en donde quiera que se encuentren; son hijas, hermanas, amigas, esposas, novias, madres y compañeras.

Cada 08 de marzo, el mundo recuerda lo importante que son las mujeres durante nuestras vidas y por ello, es válido reconocer la importancia y la esencia de todas ellas pues hacen posible que la Fuerza Aérea Ecuatoriana se sienta engrandecida con este gran talento humano.

El personal femenino como parte fundamental de la institución merece nuestro agradecimiento por demostrar día a día, sus cualidades y fortalezas, ya que dividen su tiempo entre la carrera militar y su rol dentro de un hogar. Están conscientes de que su protagonismo le permite al mundo ser mejor, por su paciencia y tolerancia, su sabiduría y precaución, porque ella es fuerte y tierna a la vez.

La lucha demostrada a lo largo de la historia nos permite ver que las mujeres son unas guerras permanentes por su tenacidad para conseguir lo que anhelan, pero también porque cuando se trata de defender a su país y a su familia, nada ni nadie las detiene; lo que simplemente, nos hace presentar nuestra admiración porque el tiempo ha fortalecido su rol en los últimos años.

Su profesionalismo y su responsabilidad aportan para que nuestra institución continúe siendo el escudo protector del Ecuador, que mantiene intacto el sagrado tricolor e incólume nuestras fronteras; Asimismo, el resplandor de la sociedad, la alegría de la gente, el cariño familiar se reconforta con su presencia y afecto femenino, como madre, esposa, hija, abuela, amiga, etc.

Por: Sgos. Juan Carlos Malla

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